La Matriz de Compatibilidad: “Se separaban, pero se reencontraban una y otra vez” (22 arcanos)
La Matriz de Compatibilidad y las relaciones kármicas: “Se separaban, pero se reencontraban una y otra vez” — esta cita describe a la perfección los arcanos de los que hablaremos en este artículo. Esta publicación será útil tanto para especialistas en numerología y el método “22 Arcanos” de Natalia Ladini, como para quienes simplemente se interesan por las ciencias esotéricas y nos leen por curiosidad mística, pues exploraremos uniones realmente complejas e interesantes según la matriz de compatibilidad.
Pero antes de revelar todas las cartas y señalar los arcanos que casi nunca se separan, te recomendamos calcular la matriz de compatibilidad tuya y de tu pareja usando nuestro calculador online gratuito.
Quizás en el centro de tu matriz de compatibilidad con tu pareja aparezca uno de los arcanos que mencionamos a continuación.
Arcano 10: «La Rueda de la Fortuna»
Abrimos la lista con el Arcano 10: La Rueda de la Fortuna. Si esta energía está en la zona de Carácter de vuestra matriz de compatibilidad, debes saber desde el principio que la relación estará llena de tareas kármicas que deberán superar juntos.
Si la pareja logra afrontar y superar todas las lecciones, su vida estará colmada de armonía, abundancia y momentos positivos hasta el fin de sus días. De lo contrario, “La Rueda de la Fortuna” los hará comenzar de nuevo una y otra vez. Por eso, las parejas con el “diez” en el centro de la matriz de compatibilidad se acercan y se alejan constantemente, tropezando siempre con las mismas piedras.
Las estadísticas muestran que en este tipo de unión cada uno de los miembros puede ser muy obstinado y tener un carácter difícil, lo que se traduce en frecuentes conflictos y pequeñas discusiones.
Dato curioso: si el “diez” aparece en la zona de Carácter, significa que no es la primera vez que se encuentran (sus almas ya se han visto en otras vidas). Por eso, incluso al inicio de la relación, puede dar la sensación de que se conocen de hace muchísimos años.
Cuando la pareja empieza a resolver las tareas kármicas, sube de nivel. Tras cada lección superada, el Universo puede recompensar al “diez”, lo cual se refleja en que la pareja:
- Se va de viaje o de vacaciones llenas de color y emoción.
- Realiza inversiones conjuntas: electrodomésticos, coche, vivienda (o incluso mudanza).
- Contrae matrimonio.
Las parejas con el “diez” en el centro de la matriz también mantienen un fuerte vínculo. Si deciden que deben separarse, les resultará casi imposible hacerlo, porque la atracción que sienten supera cualquier razón.
Arcano 15: «El Diablo»
Si el Arcano 15, El Diablo, ocupa la zona central de la matriz de compatibilidad, suele tratarse de relaciones abusivas. La energía del Diablo en la zona de Confort está llena de tentaciones, y los miembros de la pareja tienden a dominarse mutuamente (fuente de constantes conflictos) y a los celos.
A pesar de las discrepancias, las discusiones continuas e incluso la violencia física, la pareja permanece unida, pues se guía por la pasión más que por la razón. El deseo sexual cobra un papel protagonista en esta relación, y el buen sexo a menudo es el motivo para seguir juntos.
Pero esta descripción es solo la cara negativa. La tarea principal de la pareja es aprender a respetarse y adoptar el principio “Yo soy fuerte, pero juntos somos aún más fuertes”.
En nuestra experiencia, una clienta solicitó un análisis de compatibilidad con el Arcano 15 en el centro. Esta relación comenzó con un deseo sexual arrebatador y la pasión se convirtió en la razón para iniciar la unión. Con el tiempo, la pareja se abrió el uno al otro, y su vínculo creció hasta convertirse en un amor basado en la comprensión y la complicidad.
Si la pareja trabaja en sus desafíos y potencia la energía positiva, además de la atracción sexual, prosperarán juntos en lo financiero, alcanzarán posiciones de prestigio social, se entenderán con solo una mirada y disfrutarán de emociones intensas. Pero cabe destacar que se trata de relaciones de codependencia: una vez que se encuentran, no pueden vivir el uno sin el otro.
Arcano 16: «La Torre»
Las relaciones con el Arcano 16 son muy contrastantes entre su energía positiva y negativa. En su faceta negativa, los miembros de la pareja intentan moldearse mutuamente “a su imagen y semejanza”. A veces, uno “alimentándose” de las reacciones negativas del otro.
La experiencia muestra que el principal problema de esta pareja son las discrepancias. Y los conflictos domésticos pueden estallar como un rayo en día despejado. La Torre es, por sí misma, una energía kármica, por lo que hay que estar preparado para superar lecciones duras.
En realidad, la pareja debe entender que lo más importante es crecer juntos. Solo si encuentran puntos de conexión, se transforman mutuamente y construyen su relación en equipo, la unión será tranquila y los planes podrán no solo diseñarse, sino también realizarse.
Arcano 18: «La Luna»
Cerramos el artículo con la energía del Arcano 18: La Luna. Esta unión es fascinante pero muy compleja cuando se trata de trabajar las tareas kármicas. Al inicio, al encontrarse, surge una química instantánea: se sienten profundamente conectados y la relación parece llena de sinceridad y comprensión mutua.
Pero en cuanto la pareja avanza a un nivel más serio, las “gafas de color de rosa” pueden romperse en mil pedazos. Uno o ambos empiezan a ver los defectos del otro y comprenden que la “relación perfecta” no era más que una ilusión. Esto puede generar secretos y mentiras, y llevar a una pérdida de confianza.
A pesar de posibles engaños y manipulaciones, a la pareja le resulta difícil separarse. La fuerte conexión emocional y el verdadero amor los mantienen unidos. Y aunque en algún momento se distancien, volverán a encontrarse para trabajar sus lecciones kármicas. La clave para resolver cualquier problema en una unión con el Arcano 18 en el centro es que cada miembro, ante todo, trabaje su propia matriz de destino.
Conclusión: relaciones kármicas
Si en el centro de la matriz de compatibilidad aparece el Arcano 10, 15, 16 u 18, la relación tendrá un carácter claramente kármico. Estas uniones están llenas de desafíos que la pareja debe afrontar unida. Si superan la prueba, disfrutarán de momentos maravillosos y de una profunda armonía. De lo contrario, se separarán y volverán una y otra vez hasta completar las lecciones necesarias.